lunes, 12 de diciembre de 2011

De nuevo la humanidad entre la paz y a guerra.


                               De nuevo la humanidad entre la paz y a guerra.

No quiero parecer  un predicador apocalíptico ni mucho menos una Casandra de la oposición llena de odio y  amargada por su soledad.
 Sin embargo, no puedo dejar de señalar que la arrogante  soberbia  de una gran potencia,  en la agonía de su sistema económico y político, nos impone una guerra de conquista y saqueos, terrorista y chantajista, que amenaza nuestro amor por la vida, el aprecio por sí mismo, y por el resto de la humanidad.
Ya es imposible  seguir ocultando las declaraciones los desplazamientos de tropas, naves e instrumentos para guerra de última generación, hacia los escenarios donde se han realizado las últimas invasiones a países petroleros y  los saqueos  de la OTAN, aprobados y apoyados por la ONU. 
 Esta nueva y última guerra decidida y preparada con bastante antelación, por el imperialismo, con la complicidad de las organizaciones, supuestamente creadas, para mantener la paz y velar por los derechos y la soberanía de todos los países del mundo, ahora son utilizadas por el imperialismo, para legitimar sus atropellos y la utilización de fuerzas militares como  única forma,  para mantener su dominación sobre el resto del mundo  y para tratar de  sobrevivir después del holocausto, que están provocando ellos mismos
Los enfrentamientos, la lucha por sobrevivir y construir un mundo mejor, es lo que  está en la naturaleza de los hombres; pero no  la guerra y menos aun esta de exterminio total, que  sería el más  colosal acto suicida de la historia humana. Aunque muchos quieran justificarla afirmando que es un impulso natural, de las ambiciones y de supuestos instintos de conservación y  dominadores del hombre.
Esta nueva guerra será el mayor acto terrorista cometido contra la humanidad en lo que va de  de los XXI siglos conocidos de historia.  Ha encontrado  aliados en  medios privados de comunicación masiva y en sectores sociales enajenados de si misma y disociados de la realidad donde viven que se prestan  para manipular y aterrar a la opinión pública, con mensajes perceptibles o subliminares , entre líneas o directos , para que se resignen a vivir en un mundo donde la fuerza bruta es la única razón válida.
Ni los rusos ni los norteamericanos ni los chinos son los estúpidos e imbéciles de la oposición venezolana y la súper izquierda nacional e internacional. No se les puede medir con la misma vara. Los EE.UU saben que necesitan someter al mundo para mantener su supremacía sin la cual no pueden sobrevivir. Los rusos, los chinos, los hindúes y todos los países saben, que tarde temprano les tocara vivir a ellos, lo mismo que vivió Iraq, Libia, Afganistán y los que están amenazados Siria, Irán y nuestra Gran Patria suramericana.
Ya no se puede seguir haciendo los pendejos. Se les acabo la piel de zapa... Los rusos saben lo que le paso al resto de la antigua URSS; así ha sido y seguirá siendo la historia. Ahora bien, los gringos no son brutos, pero están enloquecidos, desesperados ante la celeridad de los acontecimientos, son como la fiera herida que agoniza, cuestión en la que Chávez  tiene mucha responsabilidad. Seguramente ellos pensaban que tenían más tiempo para la ejecución de sus planes, pero a ellos también, se les está acabando el tiempo mucho antes de lo previsto.
Estamos a las puertas de una guerra mundial que solo se podrá evitar con una sincera y audaz política pacifista que  promueva el desarme mundial, la inteligencia demostrada por el nuevo liderazgo mundial encabezado por América Latina y la participación decidida de las fuerzas militares de China, Rusia y el resto de los países que están en la mira imperialista.
Estamos frente al dilema de morir lentamente a causa del deterioro lento, pero sin pausa, de las condiciones ambientales para mantener la vida en la tierra o la de perecer en pocos minutos por el holocausto nuclear desatado por unos nuevos locos empeñados, otra vez, en apoderase de todo el mundo. Pero también todos sabemos que en una nueva guerra mundial, nadie sobrevivirá porque nadie podrá evitar que se utilice todo el arsenal nuclear acumulado por las grandes potencias.
No quisiera, aunque parece inevitable,  ser un oráculo agorero, pero tampoco podemos ignorar que el peligro de una última guerra mundial es real, sobre todo porque los botones para disparar los cohetes y las bombas nucleares, están al cuidado y al alcance de fanáticos de la libre empresa y el mercado libre,  trastornados por  un consumismo desbocado y por   maquinales  planes de dominación mundial, como quienes dirigen a las grandes potencias occidentales y los grupos industriales y financieros del mundo.
Frente a este panorama ¿que nos queda a quienes no tenemos ninguna responsabilidad pública, quienes solo somos ciudadanos de este mundo sin otra fuerza que nuestra moral?
Oponernos, con la paz,  a otra guerra. Que nada ni nadie nos obligue a intervenir en una guerra por la dominación del mundo. Resistirnos por todos los medio y con toda nuestras fuerzas a matar a otros por tener más riquezas y mas bienes materiales . Para que la igualdad,  la  justicia,  la libertad y la democracia se conviertan en garantes de la  paz y la continuidad  de la vida.

José Machete

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