domingo, 27 de enero de 2013

LA HUMANIDAD ES UN SOLA


“La humanidad es una sola, no un cúmulo de culturas cerradas”.
Este es el título de una entrevista hecha por Abel Sánchez y Jesús Adonis Martínez a  Antoni Domènech en la que este ultimo nos va describiendo muchas verdades inadvertidas a pesar de que están en nuestras propias narices. Lo primero que resalta es el método dialectico utilizado en su análisis, donde nada está aislado del todo. La historia de la humanidad desde su aparición es una sola y sus divisiones en partes o periodos obedecen más a interés creados que a las realidades. Cada hecho histórico, tiene sus antecedentes en la misma historia. Nada es casual. Todo hecho y toda idea tiene su génesis no es el capricho personal o individual de nadie ni mucho menos un designio sobrenatural… Eso es para mí su gran aporte. A lo largo de la entrevista sus reflexiones nos van alumbrando el camino por el que transitamos, un poco a ciegas, con frecuentes tropiezos, y también contribuyen a derribar mitos y a desenmascarar falsificaciones, para ayudarnos a evitar errores y tergiversaciones del socialismo y la revolución…Su primera pregunta es una afirmación ¿Que es el socialismo si no democracia económica?
Habla de socialismo originario a principios del siglo XIX y principios de XX como una de dos derivaciones una la socialdemocracia con un carácter más reformista y otra socialista revolucionaria con una actitud más drástica en lo concerniente a los cambios sociales. Es importante que la diferencia entre las dos es, según Demènech, una cuestión de graduación: La socialdemocracia es más reformista y la socialista es más drástica…Que luego se coagulo en lo que hemos llamado socialismo real. Empecemos diciendo que Lenin fue casi toda su vida socialdemócrata y Rosa Luxemburgo lo fue  hasta el día de su muerte. Entre 1914 y 1918 la posición belicista de la socialdemocracia europea lo obliga a desmarcarse de esa socialdemocracia…Es importante señalar que hasta ese momento de la primera guerra mundial, nadie dentro del marxismo, hablaba de Socialismo estatista. La tradición marxista abogaba por la eliminación del estado, como instrumento para la dominación de una clase social por otra.   Durante la llamada Monarquía Guillermina hubo algo llamado socialismo de estado considerado por  Max Weber la “burocracia más eficiente del mundo” que mediante un ejército de funcionarios probos y muy competentes se llegaba a controlar administrativamente el grueso de los resortes de vida capitalista. Rosa Luxemburgo se opuso a esta idea diciendo que significaría la explotación y la opresión de los trabajadores por los burgueses y además por el Estado autoritario.
Sin embargo los socialistas alemanes insistían en la idea del socialismo estatista a pesar de que eran considerados unos locos. La Primera Guerra Mundial fue muy aleccionadora para Lenin y Yohn Maynard Keines. El primero un Marxista ortodoxo para el cual el Estado debería ser abolido una vez superada la etapa de la “dictadura del proletariado” después de la cual se le entregaba el poder al pueblo. Sin embargo la Primera guerra Mundial y sus resultados, a pesar de Lenin,  influyeron, como tenía que ser,  de manera determinante en el curso de la historia. Una guerra que debía durar muy poco, según los planes del Estado Mayor alemán, muy precisos y magníficamente trazados  desde punto de vista técnico se prolongo por casi cuatro años, porque el magnífico plan falló. Con el agravante de que Alemania perdió la guerra, aunque sorprendió al mundo con su capacidad para resistir en dos frentes de guerra sin que se derrumbara su voluntad ni se hundiera su economía. Por lo que la idea de que era posible intervenir administrativa y burocráticamente en la economía a gran escala  y sustituir los resortes del mercado para la asignación de recursos básicos. Era verdad como sostuvo Weber. Eso llamo la atención a muchos pensadores, entre ellos a Lenin quien comenzó a leer los economistas guillerminos. Por su parte Keines hiso lo propio. Para ambos fue uno de los grandes experimentos económicos de la historia. Hoy después de un siglo, que no es mucho tiempo, ambos proyectos dejaron de tener vigencia. Es que en 1917 nadie creía que lo bolcheviques rusos iban a tomar el poder durante mucho tiempo y que la construcción del socialismo o su realización era posible en un solo país. Lenin y Troski negocian en Brest-Litovsk  la paz por separado con Alemania para desarrollar un plan revolucionario que abarcaría Alemania, Italia, Gran Bretaña, Francia. Era evidente que no concebían el socialismo en un solo país. Pero el plan fue un fracaso total. En Italia arriba al poder Mussolini quien en nombre de los obreros golpea y destruye al proletariado organizado. En Alemania se instala la Republica de Weiman con el apoyo de la socialdemocracia que nacionalsocialismo desplazo a sangre y fuego. Lo mismo pasó en Austria. La contrarrevolución triunfó en Hungría. A la muerte de Lenin (1924) el capitalismo se ha estabilizado y el estalinismo (si Sr. EL STALINISMO). Es decir de que aquella tesis según la cual: era posible construir el socialismo en un solo país,  no fue de Lenin; sino de Stalin o en todo caso una tergiversación de las ideas de LENIN en aquel famoso libro escrito por Stalin “Cuestiones de Leninismo”    Lo cierto es que la  idea como estrategia universal del socialismo en un solo país además atrasadísimo, como lo era la Rusia de entonces, se impone y la hemos arrastrado, con frases y actitudes altisonantes hasta nuestros días. Claro el estalinismo déspota y expropiador de los trabajadores convierte a Rusia en una gran potencia creadora de la URSS y  capaz de enfrentar y derrotar a la alianza política y militar de Occidente encabezada por la Alemania nazista cual le dio derecho a entrar entre la potencias ganadoras que se repartieron lo que quedo de Alemania y el resto de Europa. Así nació lo que conocemos como socialismo real totalmente divorciado del Marxismo Leninismo.
Dice  , Domènech que de las veleidades de Lenin y de Keynes con el estatismo nos quedaron algunas fabulas una de ellas es que el estado y el mercado son realidades separadas y no es así: Los mercados, dice Domènech, son realidades muy complejas pero no hay mercado sin un estado que lo regule con leyes dimanadas de la soberanía política del estado. En el Estado capitalista a pesar de las predicas neoliberales, no hay mercados libres. No existe la libertad de comercio.
El neoliberalismo es un término, usado por neoliberales y seudomarxistas, confusionista que lo quieren presentar como una economía libre de la intervención del estado. La economía capitalista es dirigida por la demanda efectiva agregada no por la oferta y para que, actualmente, una economía capitalista funcione tiene que haber un estimulo publico de esa demanda efectiva agregada. En el capitalismo después de la Segunda Guerra Mundial, parte de esa demanda procedía de las luchas reformistas de la socialdemocracia por los contratos colectivos, del economicismo que logro mejoras salariales y logro aumentar la productividad al mismo tiempo que los salarios reales y por ende aumento la demanda efectiva. Eso entre 1945 y 1960 logro una relativa estabilidad del capitalismo; Pero en  los 70 la crisis  del petróleo al lado de un auge espectacular de los movimientos populares, del movimiento vecinal, del anticolonialismo y el antiimperialismo a finales de los 60 los capitalistas llegaron a temer por su supervivencia. Apareció Cuba, Tuvieron que intervenir en Chile para derrocar a Salvador Allende. Esa situación política se complico por el surgimiento de Alemania y Japón como competidores en el mercado mundial. Lo que redujo las ganancias de las empresas norteamericanas.    
Entonces vino la gran maniobra para desacoplar la demanda efectiva agregada, de los salarios reales. Inventando lo que en Venezuela conocimos como las famosas “pirámides” que se llevaron los ahorros de más de una familia y en la cual participaron los bancos, “quebrados” durante el gobierno de Caldera. Mediante este fraude financiero lograron aumentar la demanda sin subir los salarios reales y los trabajadores pudieran comprar endeudándose mas allá de sus posibilidades con un financiamiento fraudulento, mediante el cual al comprar una casa esta se revalorizaba y automáticamente se aumentaba, en los papeles, la capacidad de endeudamiento del trabajador. Así llenaron a los trabajadores de casas vacacionales, de automóviles lujosos, de viajes y vacaciones fabulosas y también de cachivaches como el aire de playas famosas envasado…En Venezuela conocimos esa época como la del “Ta`barato dame dos”
El truco de sustituir los aumentos de salarios por el crédito barato, mediante la inflación de activos que aumentan artificialmente la capacidad de endeudamiento que nos hiso decir a los venezolanos…”SI ES FIAO YO COMPRO LO QUE SEA”. El individualismo y el consumismo rebajo la luchas por mejores salarios y mejores condiciones de vida para la población. La privatización de los servicios publico  y las empresas estadales,  estuvieron a la orden del día durante los últimos años del puntofijismo.        
“También se conoce a veces como un esquema Ponzi, por el caso real de un inmigrante italiano en EE.UU. que hizo fortuna gracias a este procedimiento: vivía en un barrio de trabajadores inmigrantes italianos, y les dijo a sus vecinos sobre poco más o menos, esto: dispongo de una caja fuerte, y si me depositaban el dinero en mi caja, les pagaré un interés mensual extraordinario, muy superior al que puede ofrecerles cualquier banco normal. Así que un montón de gente, fiándose del señor Ponzi, fue dejándole su dinero. Y se convirtió en millonario, porque todo el mundo dejaba el dinero en su caja fuerte y él simplemente pagaba los intereses de los primeros depositantes con el dinero que le iba entrando de los nuevos. Pero esto es una estafa, y siempre termina mal. En el momento en que alguien no se fía o se acaba la base de expansión natural de la base de la pirámide, todo colapsa y todo el mundo encuentra que ha perdido su dinero. Sin embargo, mientras duró, todos los vecinos del señor Ponzi se creyeron ricos, y él mismo era celebrado como un promotor de la inopinada prosperidad de la vecindad. Maddoff repitió ese mismo esquema a lo grande en Wall Street hace poco, como todo el mundo sabe. Pero en un sentido más que metafórico se puede decir que de ese tipo ha sido el esquema de financiación de la economía mundial bajo el "neoliberalismo".  Muchos se creyeron ricos a base de una creación de dinero ficticio por parte de las entidades bancarias mal reguladas, y cuando todo colapsó en el 2008, fue la muerte del "neoliberalismo": lo que queda es sólo un zombi, aunque peligrosísimo.
En un sentido global o planetario, la época "neoliberal" consistió en el paso de  EE.UU. de una potencia económica excedentaria, que reciclaba su excedente merced a dos países (militarmente vencidos) pivotes en el Heartland euroasiático —Alemania, en Europa, y Japón, en Asia—, a una potencia deficitaria, consumidora en última instancia de los productos de las grandes potencias exportadoras del mundo,  Alemania, Japón, los tigres asiáticos y luego China.  Países que con su excedente financiaban a Wall Street y, a su vez, permitían la financiación del consumo norteamericano sobre la base de un endeudamiento gigantesco de las familias y las empresas estadounidenses y europeo-occidentales. Cuando esto colapsó, todo lo demás lo hizo. No creáis a los que os digan: China es el futuro. Tonterías. La China actual forma parte de este invento, y lo va a pasar bastante mal.”
La demanda ficticia llego a su fin. Se desplomo la pirámide financiera y los trabajadores de todo el mundo comienzan a pagar los platos rotos.
Domènech cree que cualquier economía triunfante no puede lograrse si la participación determinante del sector público. Pero sostiene que ha que democratizarse al estado, porque el proceso democratizador se trunco, después de la Primer Guerra Mundial y el estado devino en un monstruo burocrático alimentado por el fascismo y el estalinismo. 
El neoliberalismo también trata de destruir todas las conquistas democráticas y laborales del movimiento obrero del siglo XX, acabar con la soberanía nacional de los pueblos, echar por tierra leyes democráticas, derrocar gobiernos hostiles al neocolonialismo y convertir las elecciones en una actividad netamente comercial, donde se venden y se compran descaradamente mayorías y se subastan los votos. Ya los EE.UU autorizaron la donación ilimitada de dinero para las campañas electorales 
“El capitalismo "neoliberal" en estos momentos es un zombi, y no se ve que los capitalistas y sus agentes fiduciarios más autoconscientes dispongan, ni remotamente de un plan B (a diferencia de lo que ocurrió en la crisis de los 70). Puede que acaben forjándolo, pero no se ven indicios, y lo cierto es que una nueva oleada de restaurada prosperidad capitalista planetaria sería seguramente, en las actuales condiciones sociales y ecológicas del mundo, una catástrofe terrible. Y una posible explicación de la falta de un plan B es quizá que el neoliberalismo no sólo ha corrompido en sentido idiotizador la consciencia de amplios estratos de la población trabajadora, sino también la de las elites dominantes. Porque tradicionalmente hubo unas elites políticas capitalistas con distancia suficiente respecto al mundo de los negocios: verdaderos agentes fiduciarios con altura de miras y visión general. Obseven, en cambio, a las elites políticas generadas por el neoliberaismo y sus características puertas giratorias, entre el mundo de los grandes negocios (frecuentemente fraudulentos) y el mundo de la gran política: tipos como Felipe González, Aznar, Schröder, Joschka Fischer, Rodrigo Rato, Strauss-Kahn, Geithner (o cualquier secretario del Tesoro estadounidense de las últimas décadas: todos, todos, hombres de Goldman Sachs, como Draghi, como Trichet). Son gentes, no ya moralmente corrompidas; es peor, son gentes de visión corrompida, miopes, idiotas ópticos incapaces de ver más allá de la luz glauca proyectada por la oportunidad inmediata del negocio (fraudulento). Y esto es un drama trágico.”
No existe eso que se llama pensamiento occidental. La cultura Grecia tiene raíces semíticas y negro africanas egipcias. Hasta que en el siglo XIX inventaron el mito una Grecia aria y pura borraron al Egipto negro a tal punto de que mucha gente de hoy que los egipcios eran blancos y que Cleopatra era una rubia despampanante. Los europeos no soportaban la idea de una civilización fuera de Europa esa fijación se convirtió en el nazismo y renace en tiempos de crisis como ahora con el pos colonialismo adoptado por la Comunidad Europea que por ahora no le queda más remedio que la sumisión ante los planes hegemónicos de los EE.UU.
    Dice Domènech  “Para mí, que he vivido el fascismo europeo, es muy triste encontrarme con gente que se dice de izquierda repitiendo ideas de origen nazi.  Lo peor de todo es que ocurre por ignorancia, porque nunca han existido culturas encerradas en sí mismas. No hay inconmensurabilidad entre las culturas, entre otras cosas, porque somos, biológica y cognitivamente, una especie enormemente homomórfica, y es muy fácil la comunicación entre todos los seres humanos. El multiculturalismo y el relativismo prescriptivo sociológico y antropológico (la falacia, esto es de inferir impropiamente que A y no-A valen lo mismo sólo porque hay gente que cree que A y otra gente que cree que no-A) son viejos cuentos de la derecha (tan viejos como Trasímaco) que han cautivado en las últimas décadas a una parte de la izquierda académica tras la derrota post-68, sobre todo en Francia y en los EEUU”
El relativismo que la derecha internacional nos ha inculcado haciéndonos creer que la derecha y la izquierda son los mismo porque A = -A y el guante de la mano izquierda se le da la vuelta y le sirve a la derecha solo encuentra eco en gente ignorante o en países que no han conocido el carne propia el fascismo y la cultura irracional de la extrema derecha antidemocrática, cavernícola.

“El problema es, pues, también, cuáles son los mejores planes para la regulación de los distintos mercados, y a favor de quién se regulan políticamente. Y es también cómo construir una administración pública eficaz, una administración que funcione de verdad, y que no sea una cadena de irresponsabilidades en la que los que más mandan supuestamente son los más impotentes a la hora de lograr poner por obra lo decidido. El capitalismo ha consistido históricamente en un uso particularmente perverso (y cíclicamente catastrófico) de los mercados, y hay que saberlo para enfrentarse a su cultura económica con decisión y con precisión, sin cometer los errores del socialismo real y de la socialdemocracia tradicional. El siglo XX no ha pasado en vano, el fracaso espantoso del socialismo real y la tragicómica capitulación de la vieja socialdemocracia ante el neoliberalismo nos han enseñado algunas cosas”
Esta es una interpretación muy libre incluso corrigiendo algunas fechas por lo que:
Recomiendo leer la entrevista completa en:

José Machete


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