LA PARTICIPACION Y LA COORRESPONSABILIDAD DE LOS TRABAJADORES
Dentro de las varias causas por las cuales nos derrotaron en la batalla
económica contra la inflación, la especulación y el desabastecimiento,
esta la inhibición de los trabajadores venezolanos en la tarea para
construir el socialismo. No es la única ni la principal pero tiene su
peso específico e influye de manera determinante en otras razones, como
por ejemplo: La existencia de gerentes y funcionarios públicos ineptos,
la ausencia de formación y de actitud revolucionaria en los partidos
políticos etc.… El inmediatismo economicista del sindicalismo
tradicional clasista o reformista, (Ya no se trata del colaboracionismo
abierto con la burguesía hoy en día existen la guerra y la lucha de
clases tiene nuevos escenarios donde las guerra de baja intensidad o
como de cuarta y quinta generación juegan un papel determinante en la
conciencia de los trabajadores. Ese sindicalismo muy apropiado para las
luchas reinvindacionistas dentro del capitalismo y contra la burguesía,
se convierte en una rémora cuando se trata de que los trabajadores
dejen de ser recursos humanos pasivos y explotados (clase social en si),
y se conviertan en hombres y mujeres activos que administran su trabajo
en función de la construcción socialista (clase social para sí). Ya no
se trata de atenuar la explotación de los trabajadores mediante la
conquista de reivindicaciones en el salario o en las condiciones del
trabajo y beneficios sociales. Ahora se trata: Primero, de derrotar al
capitalismo y erradicar de raíz la explotación del trabajo, en el
terreno de la productividad de las fábricas, en el terreno de la
competencia comercial, que es el terreno propio del capitalismo, sin
afectar la remuneración de los trabajadores. Hasta ahora, el gobierno se
ha visto en la obligación, de subsidiar empresas que deberían estar
produciendo ganancias y dando sus aportes económicos, para la inversión
social, en esta etapa de transición hacia el socialismo. Es
imperdonable que en las Empresas de Guayana hasta hace pocos años,
codiciadas por el capitalismo nacional e internacional por sus márgenes y
posibilidades de “ganancias”, una vez que el gobierno revolucionario
las puso en manos de los trabajadores se haya desperdiciado la
oportunidad de demostrar la capacidad de los propios obreros para
administrar, exitosamente sus propia empresas y hoy en día, gracias a
las pugnas internas por el control de sus recursos, sean percibidas por
la comunidad, como empresas quebradas y corrompidas, que solo sirven
para mantener la burocracia y las posiciones políticas de cogollos donde
se alían, una caterva de sindicalistas privilegiados y mafias de
empresarios guayaneses enriquecidos a la sombra de la corrupción en las
Empresas Básicas. Segundo, de rescatar la unidad de los trabajadores
para participar corresponsablemente con los demás actores nacionales e
internacionales en la lucha por la Soberanía Nacional, La Democracia,
La Igualdad social, El Respeto a Los Derechos Humanos, La Libertad, La
Preservación de la Vida en la Tierra y la Supervivencia de la especie
humana… por el único rumbo donde, hoy en día, es posible. El del
socialismo científico. El capitalismo y sus defensores, que también han
estudiado el marxismo, saben que la clase obrera dividida, no sirve ni
para defenderse de la explotación y le montan miles de trampas, les
crean ilusiones, le otorgan privilegios e intereses individuales. Crean
una artificiosa división diferenciación del trabajo y los trabajadores.
Empleados y obreros, intelectuales y de pala y pico, profesionales y
prácticos Y lo que mejor resultados les da. Seducen a los dirigentes y
sindicalistas dándoles privilegios y niveles de confort mejores que al
resto de los trabajadores haciéndoles creer que algún día llegaran a ser
propietarios. Estas cosas dichas de manera tan sucinta parecieran
mentira. Pero no lo son. La experiencia de los propios trabajadores y la
historia están llenas de ejemplos. Cuantas veces ni vemos que detrás de
aparente luchas y reclamos justos se esconde una ambición personal
capitalista un “ quitatetupaponemeyo” La clase proletaria dividida,
actúa como los cuadrumanos ante un machete afilado, ni siquiera saben
con cual mano usarlo y muchas veces al tratar de utilizarlo terminan
decapitándose a sí mismos.
Pero la unidad de los trabajadores no puede ser una plegaria
interminable al estado venezolano, ni un motivo más de división. A los
trabajadores les llego la hora de asaltar el paraíso, tomar el toro por
los cuernos y tomar en sus manos la dirección del estado. Y si no ha
llegado, debe preparase porque ya está muy cerca el momento de hacerlo y
el tren de la historia pasa rápido y no espera nadie. La unidad es
una acción, una actividad, una práctica alrededor de un objetivo común,
que en estos momentos debería ser la lucha por el establecimiento del
“Control Obrero” y la constitución de los Consejos de Trabajadores
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La revoluciones son casi in-destructivas desde afuera; pero desde adentro son inmensamente vulnerables
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