jueves, 11 de agosto de 2011

Sobre el control Obrero


                                            Sobre el control Obrero
Proletarios del mundo Uníos”
“La emancipación del proletariado debe ser obra del proletariado mismo”,
Estas dos frases sacadas de los escritos del Materialismo Científico sobre la construcción del socialismo, son reveladoras del papel principalísimo de los trabajadores en el proceso de construcción socialista y destrucción del capitalismo. Ese papel estelar asignado, por la historia y  por la relaciones de producción a los  trabajadores en la revolución. No es un capricho de nadie. Ni siquiera es una decisión de los trabajadores. Es su papel.  Por supuesto que: así como una persona que  esté  dotada de condiciones naturales para la música, si ella no decide ser músico,  por muchas condiciones que tenga,  jamás  llegará a ser un verdadero creador o intérprete de la música y no pasara de ser un aficionado. Igual pasa con los trabajadores. Si ellos mismos no toman la decisión de cambiar al mundo para erradicar la explotación a la que son sometidos en el capitalismo, el mundo seguirá igual o en el mejor de los casos, se harán cambios cosméticos para cambiar las formas; pero en el fondo todo seguirá igual.
Desde fuera del Control Obrero y de los trabajadores de la Empresas Básicas Guayanesas pero como proletario internacionalista, tal vez la visión que tengo de los hechos y de la situación interna  no sea la misma que la de muchos trabajadores, que sí están metidos en la candela. No importa, con tal que contribuya a que “cesen las divisiones y se consolide la unión” entre los trabajadores de Guayana.   
La aplicación del Control Obrero y los Consejos de Trabajadores en Venezuela y en nuestras empresas básicas nacionalizadas,  marca un inicio en que la clase obrera, para seguir conquistando sus propias legitimas y justas aspiraciones, debe dejar de ser economicista y reinvindicacionista para ocupar su puesto y  dirigir a toda la sociedad hacia un sistema más avanzado,  que garantice a todos sus miembros la felicidad, la paz, la igualdad y la dignidad que todos ser humano aspira. A ese sistema lo llamamos Socialismo Científico o Socialismo del Siglo XXl. El nombre es lo de menos. Lo importante es su construcción e implementación.
Como ya lo dije: El papel de la clase obrera no es un capricho, no es un plan elaborado, ni el proyecto político de unos iluminados. Está en la naturaleza de las cosas, que la burguesía sea la clase opresora y explotadora de la comunidad, en el capitalismo. Y que los proletarios, los trabajadores, los explotados sean los liberadores y constructores del socialismo. Pero como ya también lo dije: La clase obrera tiene que decidir hacerlo. Y esta decisión implica mantener sus fuerzas organizadas y unidas. La clase obrera dispersa y dividida es un tigre de papel, un padrote castrado, no tiene fuerza para parir la nueva sociedad. Si puja mucho se infarta y si no puja no puede parir. Eso lo saben lo explotadores por eso han llenado de minas y de trampas”cazabobos” de caramelitos de cianuro, a la unidad de los trabajadores. Mediante los privilegios y sobresueldos para los dirigentes sindicales les han creado intereses individuales que terminan dividiendo a la clase obrera. Una de las tareas fundamentales del Control Obrero y los Consejos de Trabajadores es, a mi juicio, luchar contra la división, de la clase obrera. No importa quién sea, ni en nombre de que lo haga, aunque sea en el nombre del socialismo más radical del mundo o la más cara reivindicación para los trabajadores.  Cualquiera que, en estos momentos, divida a los trabajadores es un contrarrevolucionario.
No se trata de hacer acusaciones personales contra nadie, estas solo le echan leña a la candela y siembran rencillas y odios que no contribuyen para nada con la unidad. Se trata de desenmascarar   ideologías y  posiciones políticas que haciéndose pasar por socialistas y defensoras de los trabajadores, los dividen y  ponen a sus dirigentes a pelear entre ellos mismos,  arrastrando a toda la clase Obrera Guayanesa a esos pequeños intrascendentes y egoístas conflictos personales.    

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