Foro libre. Hasta puedes poner la cagada y nadie te lo impedirá. A lo sumo un poco de ambientador.?¿?¿?
lunes, 3 de octubre de 2011
Venezuela hace 20 años
Causas socioeconómicas del 27 de febrero
de 1989
¿Cómo era Venezuela hace 20 años?
La gravedad de la crisis que enfrentaba
el país tenía su expresión más álgida en la agudización y deterioro acelerado
de los indicadores socio-económicos que delataban todo un cuadro de
desequilibrios dentro de la estructura social venezolana. Esta cotidianidad de
la crisis, que se expresaba en la sistemática pauperización de las condiciones
de vida de la población, acicatean a su vez el malestar social cuyas manifestaciones
develan cómo al fracturarse la base sobre la cual sehabía estructurado la
"paz social", se consolida toda una serie de procesos que revelarán
la inestabilidad socio-política del sistema. El fraude histórico, de la Venezuela
igualitaria, quedará en evidencia. Para finales de la década de los ochenta,
los indicadores reflejaban la gravedad de una realidad social y económica que
cada vez se tornaba más peligrosa y que se expresaba en la situación de despojo
en la que se hallaba el 80% de la población venezolana, inmersa dentro de un continuo
espectro de pobreza que se movía desde niveles crecientes de pobreza relativa
hacia condiciones extremas de pobreza crítica. Según cifras trabajadas por
Hernán Méndez Castellano, de Fundacredesa, para el año 1993, ...sólo el 1,07
por ciento de la población vive en la opulencia (cuatro mil familias). Sólo el
7,09 por ciento vive en relativo confort (15 mil familias). La clase media
venezolana se ha reducido al 13,6 por ciento de los venezolanos. El 37,6 por
ciento de los venezolanos conforman la clase obrera del país, unos 7 millones
de venezolanos, el 40,34 por ciento de los venezolanos son marginales, desclasados
(cerca de 8 millones). (El Globo, 26-02-93: 22) Lógicamente, esto hace que el
cuadro social interno se haya configurado como una realidad altamente explosiva
debido a la concentración de las desigualdades e inequidades del modelo
económico.
Las palabras pobreza y exclusión han
adjetivado a la sociedad venezolana. Bajo este criterio la pobreza es entendida
como algo consustancial e inherente al modelo de desarrollo capitalista que impera
en nuestra sociedad, en la cual la pobreza de la mayoría no es un problema de
coyunturas, producto de hechos circunstanciales, sino que ésta pobreza está
inmersa en las estructuras desde las cuales se motoriza el proceso económico: el
5% del empresariado concentra el 70% de la producción, la pobreza relativa (por
debajo del nivel normativo de consumo) para elaño 1989 alcanzó el 37,6% de la
población y la pobreza crítica (por debajo de los niveles de subsistencia) el
12%, en un país donde la clase política se adueñó, en un inagotable proceso de
corrupción el equivalente al presupuesto de la casi totalidad del presupuesto
actual de las Repúblicas Centroamericanas y todo en menos de 20 años.
(Bigott, en Lárez (ed), 1990: 10)Dentro
de este cuadro de creciente concentración de la riqueza se aceleran los
mecanismos que exaltan el conflicto social, por lo cual los procesos delegitimadores
se presentan como manifestación empírica del mismo:Hay límites de tolerancia
social que no pueden ser excedidas so pena de colocar en gran peligro la propia
suerte de la democracia representativa...La protesta popular de nuestros países
frente a los programas de ajuste fondomonetarista que se tratan de ejecutar sin
tener en cuenta justamente la realidad social, se había dejado sentir con
variable vigor y rigor en Argentina, Brasil República Dominicana y otros
países... (Pulido Mora., en Sanín, 1990: 308)
El intento de sistematizar el cuadro
socio-económico que enfrentaba la población venezolana para ese momento, debe
partir del estudio de aquellos indicadores y cifras que demuestran, de manera
empírica, el desvelamiento de una realidad social crítica en cuyo seno se
mantiene latente el conflicto y la protesta.
Las secuelas de la crisis se
manifestaron de modo particular y con mayor fuerza en aquellos sectores que
secularmente han estado marginados del disfrute de la riqueza: Algunos datos
referentes a la situación de las clases dominadas son sumamente significativos.
Un estudio del "Proyecto Venezuela" reveló que, de 2 millones 700 mil
familias venezolanas registradas por el censo de 1981, un millón treinta mil se
encuentra bajo el límite de la pobreza crítica... el costo de la vida en 1978
es cuatro veces superior al de 1968; el costo de los alimentos seis veces y
medio mayor, mientras que el salario real apenas se ha incrementado en 20 por
ciento con respecto a ese año base...En 1980, el porcentaje de hogares que
percibían ingresos por el valor de la Canasta Básica de
Bienes y Servicios era del 43 por
ciento; para 1986, del 55 por ciento en dicho período, por tanto, el porcentaje
de hogares en condiciones de pobreza se incrementa un 14 por ciento. (Britto,
1988: 46)
La situación crítica del país caía
aceleradamente, deteriorando las condiciones de vida de la población, la cual
había "sufrido una reducción sustancial de su ingreso, que la había
retraído a losniveles del primer lustro de los años 40"
(Mieres, Francisco,
Referencia, Nº 5: 16).
Esta polarización de la riqueza y la
pobreza en dos extremos insalvables, fragmentaba aun más a la sociedad y se
presenta como el principal logro (entre otros) del modelo de crecimiento
económicoinstaurado a partir de 1989:
De manera pues que no obstante los
cuatro años transcurridos desde la implementación de esta política, ningún
cambio importante ha tenido lugar en la vida económica venezolana; como no sea
el deterioro del ingreso real del país, como no sea el aumento de la pobreza
crítica y de la pobreza general, como no sea la persistencia de la inflación, como
no sea el desequilibrio creciente de las finanzas públicas...como no sea la
incertidumbre con respecto al futuro, como no sea la fragmentación de la
sociedad civil (Maza Zavala, Encuentro Nacional de la Sociedad Civil, 1993).
El modelo económico instaurado ha tenido
como pivote central el definitivo encumbramiento del sector ligado a la
burguesía financiera. Los mecanismos de acumulación llevados a cabo por estos
sectores, ligados a la banca trasnacional, han sido muy diversos, pero en todos
ellos aparecía siempre el Estado como transferidor de rentas y guardián del
proceso de acumulación de la burguesía ligada a este sector.
Antes de continuar la discusión de los
efectos socio-económicos que se desatan como consecuencia de la crisis
económica, es necesario revisar lo que llegó a significar, para ciertos
sectores, este programa económico. Las ganancias "declaradas" por la
banca dan una muestra de los enormes negocios que se hicieron en el país a raíz
de la crisis.
Para el año de 1991 el sector financiero
declaraba haber obtenido ingresos por el orden de los 353.000 millones de
bolívares y una utilidad líquida de 27 mil 76 millones de bolívares (Lizardi,
Luis A.,
El Universal, 9-2-92: 2-11). Para el año
siguiente, 1992, la firma de asesoría financiera Softline afirmaba que sólo en el
primer trimestre de ese año la banca había acumulado una ganancia de 22 mil 227
millones de bolívares. (EL Diario de Caracas, 3-10-93;16).
Ciertamente, la crisis no significó lo
mismo para todos los sectores. La misma firma de analistas establecía la utilidad
líquida de la banca para el año 1993, en 32 mil 353 millones de bolívares, sin
contar el mes de diciembre de ese año, lo que significó un incremento en más
del 45% con respecto al año pasado. (Ibídem). Para el año 1994, en medio de la
crisis financiera, este sector, para octubre del mismo (El Globo, 17-10-95:
13). Las ganancias usufructuadas por la banca durante estos años sólo son comparables,
por oposición, a la miseria en la que se encontraba las mayorías nacionales.
Este crecimiento se ha debido, en gran parte, a la transferencia de valores e
"inversiones" monetarias que hace el Estado, especialmente, mediante
el mecanismo de los Bonos Cero Cupón, los cuales han significado una
transferencia neta de capitales públicos a manos privadas, no sólo durante el
gobierno de Pérez sino durante el primer semestre del segundo gobierno de
Rafael Caldera....la política del Bono Cero Cupón le permitió al Gobierno
nacional (período Pérez) auxiliar, subsidiar, a la banca nacional por un monto de
1 billón 200 mil millones de bolívares que ha originado intereses en este
período de 500 mil millones de bolívares que se están pagando. Eso ocurrió en
cuatro años. Y en seis meses de este gobierno (Rafael Caldera) se han otorgado
auxilios financieros por un monto de 1 billón 200 mil millones de bolívares,
800 mil millones de bolívares a bancos quebrados y 425 mil millones de
bolívares a bancos supuestamente sanos. (Medina, Pablo, El Nacional, 7-8-94:
D/5)Es decir, el Estado durante cinco años (1989-1994) transfirió a manos de la
burguesía bancaria no sólo un monto superior a los déficits fiscales acumulados
desde 1990, sino una cantidad que recoge todo el presupuesto nacional para
1995. De esta manera, y a través de éste y otros mecanismos como la no
tributación al fisco, el libre juego de los intereses bancarios, y las
devaluaciones diarias de la moneda,entre otras, se consolidó la actual crisis
social. Al respectoseñalaba Trino A. Díaz:En el caso de algunas instituciones
bancarias, éstas obtuvieronganancias fabulosas e hicieron pagos simbólicos que
en ningún caso llegaron al 10 por ciento del total de las utilidades obtenidas,
cuando la nueva Ley de Impuestos Sobre la Renta señala que la tasa que deben
pagar los bancos que ganan más de dos millones de bolívares,debe ser del 30 por
ciento. (Tribuna Popular, s/f: 20)No fue necesario que el Estado estatizara
buena parte del sector bancario como ocurrió a raíz de la debacle financiera de
1994, para que ésta gozara del proteccionismo estatal y creciera al amparo y resguardo
del subsidio público. Para estos sectores auspiciadores del "Estado
Mínimo" el "Estado Benefactor" ha sido un buen amigo. Eneste
sentido, Matos Azócar afirmaba para 1992 que, Llevamos dos períodos de gobierno, donde sólo
el sector financiero es el gran beneficiario de la crisis. Los bonos cero
cupón, además de poner en peligro la estabilidad del BCV, han sido sólo
beneficiosas para el sector financiero...Este paquete ha sido mal aplicado,
porque muchas de sus políticas, entre ellas la comercial, es acomodaticia que obliga
a competir al pueblo solamente, no a la banca internacional con la nacional,
por ejemplo. Todavía se mantiene por la vía de la devaluación y aranceles, la
sobreprotección a un sector se la economía para permitirle alta especulación.
(El Nacional, 30-03-1992: D/7)
Mientras tanto, uno de los indicadores
que más atenta contra lasmayorías desposeídas es la inflación, pues ésta es
generadora de pobreza al agudizar la precariedad económica en la que se halla
la población.En efecto, la inflación profundiza la indigencia económica de
quienes carecen de ingresos (pobreza crítica), erosiona a los salarios de los trabajadores,
quienes cada vez alcanzan menos a cubrir la dieta de requerimientos (pobreza
relativa); y reduce progresivamente los recursos de los estratos medios.
(FUNDACREDESA, El Nacional, 7-4-94:
D/6)
La inflación, por su fuerte carácter
regresivo, es un instrumento deempobrecimiento generalizado mediante el cual se
lucran los sectores especuladores. Según un informe oficial del BCV, publicado
a finalesde 1992, señalaba que ...la inflación en Venezuela ha aumentado en los
últimos 8 años en 943,28 por ciento... Durante la década de los años 1980-1989,
la inflación subió violentamente en 314,99% al pasar de 65,4% al 380,23 por
ciento. Esta fue la década del "viernes negro" en febrero del 1983,
cuando se inició el proceso de devaluación del bolívar...En los años 1990-1992,
el índice de precios al consumidor ha pasado de 574,81% a 943,28%, lo cual
significa un alza de la inflación de368,47%
(Díaz, Trino Alcides, El Mundo, 15-1-93:
1)
Luego, para el año 1993 se ubicó en
"45,9% la inflación acumulada, según cifras suministradas por el BCV"
(El Globo, 4-1-94, 17); y para el año 1994 se estimó la inflación en 73% (El
Nacional, 1-6-94, E/1).
Todas estas cifras significaban que el
venezolano, para ese período específico, perdió capacidad adquisitiva en la
misma proporción en la que lo señala la inflación, es decir, de cada 100
bolívares que ganaba para 1994, sólo tenía capacidad de compra en un 27%. Y de
manera general, su capacidad adquisitiva se vio mermada en casi 1000%, mientras
que los sueldos y salarios se han mantenido relativamente estables, o sus
aumentos han sido insignificantes con respecto al aumento de la inflación,
durante ese período que señalaba Trino
Alcides.
A su vez, el Estado había desarrollado
una política que incentivaba el aumento de la inflación toda vez que: Las alzas
más pronunciadas coinciden, lógicamente, con medidas oficiales de liberación de
precios (1979-80), efectos retardados de la devaluación del bolívar (1984, 1987
y 1988) o efectos inmediatos de dicha devaluación 1989.. Para una economía
esencialmente importadora, como la venezolana, el efecto de esa devaluación
creciente, en una pendiente casi vertical, no puede ser menos que fuertemente inflacionario.
La liberación de precios en un mercado tan imperfecto y desorganizado como el
nuestro, es otro factor que impulsa los precios al alza, sobre todo si al mismo
tiempo la oferta de producción interna se contrae como consecuencia de la
recesión (Maza Zavala, Bohemia, Nº1376, 14).
A partir de 1989, al liberarse la oferta
de bienes, servicios, intereses, etc., la inflación termina por estrangular la
ya menguada capacidad adquisitiva de la población y hunde aun más los demás indicadores
socio-económicos.
El aumento de la inflación impulsa el
alza de las tasas de interés, locual encarece el valor del dinero. Esto hace
que decaiga bruscamente la demanda de préstamos para la inversión productiva,
pues las altas tasas no promueven la actividad productiva, sino la actividad especulativa,
es decir, la inversión en papeles y valores bancarios. En este contexto, no
puede prosperar ninguna actividad económicamente productiva, pues no podría
soportar el costo financiero que los intereses imponen.
Para el año de 1991, "...la demanda
cayó en 4,1 ciento según los resultados arrojados por la Encuesta de Coyuntura
Industrial, efectuada por Conindustria para el último semestre de 1991 y la producción
industrial nacional disminuyó en 6% (Aponte, Jacqueline, El
Nuevo País, 1-4-92: 13). Según un
estudio realizado por el Colegio de
Economistas del D.F. para el año 1993...
"desaparecieron 39.339 empresas, de las cuales 77 % pertenecen al grupo de
las microempresas(cuatro trabajadores o menos), y el restante 13%, unas 8.873
empresas pequeñas o medianas ubicadas en el sector formal de la economía"
(El
Globo, 3-1-94: 17). Mientras que la
misma fuente afirmaba que para ese
mismo año él...63,4% (es decir 6 de cada
diez) de los empresarios del sector industrial no pudieron realizar nuevas
inversiones en susestablecimientos... las principales dificultades para ello
estuvieron en el costo financiero, la caída de la demanda y la aún no superada incertidumbre
política. (El Globo, 24-01-94: p. 14)
El decaimiento de la actividad
industrial se mantuvo para el año de1994, período en el cual continuó el
estancamiento y con éste la caída del empleo, así lo afirmaba el profesor
Francisco Liendo de la U.C.V.:
"El parque industrial venezolano se
encuentra semiparalizado tanto a nivel de las empresas básicas, que pertenecen
al Estado, como a las medianas y pequeñas del sector privado...La industria
está trabajando a menos del 60% de su capacidad instalada... "(Economía
Hoy, 24-1-94:
12).
La caída de la capacidad productiva y de
empleo de la industria y, por ende, de la posibilidad de expansión del consumo
interno ha sido el balance final del paquete económico: El saldo neto de la
aplicación de la nueva política industrial fue claramente negativo. En primer
lugar se produjo una baja importante y no coyuntural en la contribución del
sector industrial a la generación del producto interno, el empleo y las
remuneraciones. El país ha presenciado en tan sólo cinco años un proceso de
rápida desindustrialización. (Valecillos, Héctor, El Globo, 18-10-94: 16)
Como consecuencia directa del cuadro
anterior, se presenta la agudización del desempleo y la creciente
informalización de las fuerzas productivas. El cierre de miles de puestos de
trabajo es una manifestación de la caída de la industria y del nivel de mayor indefensión
económica en que se hallaban muchos hogares venezolanos.
Al respecto, señala Valecillos: "En
términos de empleo entre 1989 y 1994 se ha producido una caída equivalente al
cuarenta por ciento"
(Ibídem). Ante el auge de los despidos
masivos, "...el sector informal pasó de un 28% en 1978 a un 44% en 1985, y
el desempleo pasó de un 4% a un 14% en el mismo período" (Prato Barbosa,
CENDES, Nº 10:
14). El aumento de la economía informal
obedece a la destrucción de las fuentes de trabajo y a la necesidad de
subsistencia, esta situación unida al deterioro del salario real y de la
capacidad adquisitiva de la población se traduce en un auge de la marginalización
y empobrecimiento crítico, los cuales, a su vez, actuaban como elementos de
presión sobre la ya deteriorada estructura social.
Mientras que la inflación desde 1989
hasta 1994 aumentó en casi un 500% y la cotización del dólar se quintuplicó en
ese mismo período, el salario mínimo nominal sólo había experimentado un alza
de 375%, al pasar del 4.000 a 15.000 bolívares. (Aguilar, Alicia, El Nacional, 8-05-94:
E/1). La regresiva distribución del ingreso se acrecienta, exacerbando la pugna
social por acceder a mejoras sustanciales que les permitan enfrentar su
deteriorada situación. La pérdida del poder adquisitivo es un factor que
exacerba otros factores de vital importancia, como la pobreza en todas sus
dimensiones, la deserción escolar, la delincuencia juvenil, la desnutrición, la
mortalidadinfantil, la marginalidad:
El salario mínimo (aun si éste se
duplica) no alcanza a cubrir el costo de la dieta de requerimientos (necesidad
de nutrientes básicos) lo cual evidencia que las familias cuyos ingresos están
en ese orden (alrededor de 850.000 familias), no pueden cumplir los
requerimientos mínimos para mantenerse sanos. (FUNDACREDESA; El Nacional,
07-04-94:
D/6)
Y esta situación se torna más grave,
pues "la valía de los alimentos aumentó un promedio de 1434% entre 1989 y
1994 mientras que el salario mínimo sólo se elevó en un 750%, con el agravante
de que el dólar seha devaluado" (El Globo, 04-03-93: 5).
A partir de 1989, el cuadro social se
torna cada vez más crítico, en la misma medida en que el modelo neoliberal
intenta ejecutarse: La esperanza de vida
del venezolano está marcada por el lugar que ocupe en el estrato social, el
cual, a su vez, esta definido por su nivel socio-económico. Al respecto, señala
Méndez Castellanos, que para 1994 ...hemos demostrado que, por la calidad de
vida que han tenido, en 1993 los estratos I y II (clase media alta y alta) de
la población tienen una edad promedio de vida de 70 años. El estrato III (clase
media) tiene un promedio de 62 años. ¡Hay 8 años de diferencia ya entre el III
y el nivel I. Eso es impresionante! El estrato IV tiene 61 años y el estrato V
presenta un promedio de vida de 58 años. Es un estudio realizado, sobre la base
de los certificados médicos de defunción. (El Globo, 11-03-94: 24)El problema
de la infancia en el país, producto de la desigual distribución de las riquezas
y del desmontaje del sistema de salud pública, expresaba, también, el agudo
deterioro socio-económico que habían experimentado los venezolanos, el cuadro
general para mediados de la década de los noventa era el siguiente:
Al respecto, afirma el Dr. Méndez
Castellanos (FUNDACREDESA) que "...el 13% de los niños venezolanos vienen
desnutridos desde el útero, pues no recibió la alimentación necesaria para
desarrollarse" (El
Nacional, 08-05-94: C/2).
"La desnutrición ha llegado a
cifras alarmantes. Se considera que más del 40% de la población escolar en
nuestro país sufre de desnutrición de diferentes grados" (Martínez, Lis,
El Globo, 29-10-94:
50) Si se toma el caso de los niños con
recursos podrá observarse que en promedio, son nueve centímetros más altos que
los de escasos recursos económicos. Esta incidencia no tendría mayor
repercusión si no fuera porque también significa un retraso biológico. (Weffer,
Laura, El
Globo, 06-07-94: 23)
Al respecto, Méndez Castellanos nos
dice lo siguiente: "Estos infantes en pobreza pueden perder, además de la
estatura, la maravillosa e irrepetible capacidad del cerebro...si el cerebro
pasa hambre en niños menores de tres años, simplemente no se desarrollan algunas
de sus áreas".
Según informes del Centro Comunitario
de Aprendizaje (CECODAP) si se calcula la proporcionalidad entre el sueldo
mínimo y el costo de la cesta básica se obtiene que tres millones de niños se
acuestan sin comer en Venezuela, 3 millones 700 mil personas no tienen qué
comer y 7 millones 800 mil sólo tienen para comprar comida. (Ibídem)
Según los porcentajes se mueren
anualmente quince mil niños, es decir, un porcentaje promedio de más de 35
niños diarios a causa de enfermedades prevenibles y carenciales (Ídem).
En el caso de las muertes por
desnutrición en los menores de un año, la tasa que en 1983 fue de 13,8 por
ciento mil nacidos vivos, ascendió a 40 en 1984 y a 60 en 1990 (Evans, Ronald,
El Nacional, 22-08-93:
A/5). En 1983, 276 venezolanos murieron
por desnutrición. En 1987 la cifra se duplicó, llegó a 986 defunciones. En este
momento fallecen mil personas por esta causa. "Según cifras del Instituto
Nacional de Nutrición, tres venezolanos morirían cada día a causa de la desnutrición"
(Montes de Oca, A.; Davies, Vanesa, El Nacional,
08-05-94: C/2).
Aunque la inflación ha obligado al
venezolano a destinar el 70% de sus ingresos para gastos de alimentación, en
los últimos díez años el consumo de calorías por persona ha descendido en un
25% (Carrero M.,Carol, Sic, Nº 536, 249). Es decir,...el consumo calórico
disminuyó de 2.325 calorías a 1.989 calorías,en el período comprendido entre
1983 y 1989. De la misma manera, el consumo de carnes rojas, blancas y huevos
en el mismo período disminuyeron en un 45% y sus derivados en un 68 %.
(Olivera, Diego,
Rev. Neo-Dossier, Nov.-Dic. 1990: 3)
De un total de 7 millones 668 mil 514
menores de quince años, un millón de ellos no han recibido nunca atención
médica y 814 mil sólo han asistido a una consulta anual. (Weffer, Laura, El
Globo, Ibídem). El círculo de la pobreza se extiende también al aspecto
educativo:
"La matrícula escolar ha descendido
de 4,9 millones de estudiantes en 1981 a 3,7 millones en 1990, con una tasa de
deserción escolar de 40% en educación básica, 64% en media diversificada y 65%
en superior"
(Carrero, M., Carol, Ibídem).
La situación económica y social aludida
y las fallas del sistema educacional han determinado la exclusión de 1 millón
200 mil personas de todo el sistema educativo (entre1990 y 1992). (Encuesta
sobre la Juventud elaborada por el Ministerio de Educación). Esta situación de jóvenes
que no estudian ni trabajan formalmente, que aún están en edad de formación y
que aumentan en unas 300.000 por año, los hace vulnerables a la conducta
antisocial y aún a la delincuencia.
(FUNDACREDESA, Ibídem).
Para el año 1993, según un estudio de la
OCEI, se demostró que 2 millones 300 mil jóvenes no asisten a ningún centro de
enseñanza: casi 65 mil no han asistido a la escuela; una cifra superior a los
300.000 están desempleados; 932.013 ya han tenido hijos y 190 mil son jefes de sus
respectivos hogares. (El Nacional, 11-11-93: C/4).
Según informaciones de la misma OCEI
"Cinco millones de menores requieren atención preventiva, para evitar que
incurran en transgresiones y sean víctimas de situaciones que los coloquen en circunstancias
difíciles... del millón 600 mil menores que están en estrategia de
sobrevivencia, 200 mil realizan actividades al margen de la ley - tráfico de
drogas prostitución y otras - para obteneringresos (Reyes, Luz Mely, El Globo:
27-09-94: 38).
En este mismo sentido, Manuel García
director de la Fundación Juventud Bolivariana, expresaba "85 jóvenes
menores de 30 años mueren semanalmente en Venezuela como consecuencia de la
violencia, enfrentamientos y ajustes de cuentas entre bandas vinculadas al narcotráfico"
(El Nacional, 18-04-94: D/8).
Al respecto el Coronel Terán, comandante
de la PM de Caracas señalaba que "de cada cien delitos 85 son cometidos
por niños infractores". (El Nacional,
02-05-94: D/11).
Para 1990, el último censo demostró
que en el país existen "421 mil familias sin hogar y otras 459 mil habitan
en viviendas que presentan grandes deficiencias estructurales" (Martínez,
Liz, El Globo,
07-03-94: 40).
Todos estos indicadores iban exponiendo,
no sólo el grave deterioro socio-económico de la población, sino también, que
todas estas cifras fueron catapultadas a partir del bienio 1989-1991 con la
aplicación del paquete de medidas neoliberales, en el segundo gobierno de
Carlos Andrés Pérez. La pobreza, que siempre ha estado presente y de mano con el
modelo de explotación capitalista, se potencia en toda su expresión con la
aplicación de un modelo de crecimiento económico que es generador, por sus
altos efectos concentradores, de altos niveles de pobreza y exclusión. Al
respecto señalaba Manuel Alfredo Rodríguez citado por Rodríguez
Rojas:"...en Venezuela mientras las clases medias se empobrecen, los
pobres se marginalizan, los marginales se 'animaliza' al contactar que no sólo
su vida la han centrado en garantizar la alimentación sino a los niveles
educativos y culturalesa la que han caído"
(El Globo, 09-03-94: 24).
Durante la década de los noventa, la
clase dominada vivió los desaciertos de un modelo económico instrumentado
pensando únicamente en las élites económicas. No sólo era el hecho de que,
"los ingresos brutos de la banca comercial, en el período 1981 - 1990,
crecieron un 1.321,27%, al pasar de 11.208 millones en 1981 a 159.296 millones
en 1990" (El Colegio de Economistas del D.F., El Mundo, 05-06-94:2), sino que
dialécticamente a este lapso correspondió el período de mayor ahondamiento de
los indicadores sociales. De esta manera, el carácter regresivo y expoliador
del esquema económico queda develado en toda su magnitud. Los respectivos
gobiernos de Carlos A. Pérez y Rafael Caldera no podrán conjurar la crisis que
se les venía encima. Sobre estos sectores desposeídos recaerá la carga de
nuevas exacciones fiscales, pues a pesar de todo el diagnóstico de inequidades
que hemos descrito, en Venezuela la base tributaria la pagaban los trabajadores
y asalariados "que le descuentan de la nómina porque los ricos en
Venezuela evaden masivamente el pago de impuestos"(Rodríguez Miguel: Enc.
Nacional de la Sociedad Civil, 1993).
Efectivamente, el sector privado le
adeuda al Estado venezolano por concepto de impuestos no cancelados "casi
200 mil millones de bolívares, según fue determinado por el Congreso
"(Díaz, Trino Alcides, El Mundo, 15-01-93: 41).
El modelo de explotación capitalista se
fundamenta, precisamente, en la reproducción de estas condiciones materiales,
pues solo así el capital logra su ampliación. No se trata solamente del hecho
objetivo de la explotación de los asalariados, en lo que respecta a las condiciones
de generación de la plusvalía, y la superioridad del capital sobre el trabajo,
sino de la destrucción de las condicionesmínimas de existencia, que tal modelo
de explotación necesita para funcionar.
Esto había ocasionado un deterioro tan
perverso en las condiciones de vida de la población venezolana, que colocó en
entredicho la viabilidad social y política del propio modelo de acumulación capitalista.
La propia irracionalidad del funcionamiento del modo de explotación
capitalista, germinó las condiciones de protesta social que terminó por abortar
el ensayo neoliberal en nuestro país.
Esta cotidianidad de la crisis
trascenderá el plano de lo puramente económico y se ubicará en el contexto de
lo político, puesto que, en el fondo, el modelo de reestructuración económica
que se impone a la población a partir de 1989 no es más que la instrumentación
de una concepción de política neoliberal del desarrollo, que no podrá encontrar
los cauces de gobernabilidad necesaria para legitimarse.
El cuadro social y económico que tal
política generará será tan regresivo, que escapará del manejo puramente
asistencialista al que estaba acostumbrado el Estado y se convertirá en un
problema de carácter estructural como expresión de la crisis orgánica del
modelode acumulación.
Como resultado, la protesta general se
acrecienta y rebasará, no sólo la capacidad represiva del Estado, sino que
también rebasará la capacidad de acción, del subsistema político-institucional,
para canalizar por canales no violentos, el profundo malestar en el que se encontraba
la sociedad venezolana para 1989. Los partidos político tradicionales (AD y
COPEI) habían fracasado en su papel de mitigadores del conflicto social.
De esta manera, el develamiento de la
crisis de legitimidad se hace evidente en dos sentidos, el uno porque la base
material que alimentaba el modelo económico se ha agotado y el otro, porque el factor
político, que debía lograr el consentimiento de las masas al orden de
dominación, se mostraba incapaz para hacer su "trabajo" de manera
efectiva. La crisis económica permitirá revelar la crisis política y social del
sistema: Nace el 27 de febrero de 1989, luego emergerá el 4 del febrero de
1992.
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