miércoles, 10 de abril de 2013

La unidad como Legado de Chávez


La unidad como Legado de Chávez

Hay que decirlo, alguien tiene que decirlo. Tal vez por lo inesperado, lo corto y extenuación de los actores fundamentales. A pesar de lo que está en juego es mucho más importante y trascendental que en otras oportunidades; Esta es una de las campañas electorales con las consignas y los slogans más mediocres que hemos tenido en este proceso. Muy parecida, salvo por los esfuerzos, que hace Nicolás Maduro y algunos sectores revolucionarios, como Patria Socialista, a las campañas del puntofijismo cuartorepublicano.

La calidad política y los contenidos ideológicos brillan por su ausencia puesto que la oligarquía y su candidato, tiraron la toalla, se rindieron y solo hacen campaña para evitar perder por nocaut, por abandono o “por regla de juego” cuando la ventaja es muy grande, antes de terminar el partido y la oposición pierda hasta “su derecho a perder”.

La burguesía y su candidato no se atreven a criticar al socialismo ni a mostrar sus valores y sus planes capitalistas. Ya no hablan del capitalismo, con claridad, de la libre empresa, del mercado y sus bienhechurías. Se quieren hacer pasar como unos socialistas diferentes, discípulos y fieles seguidores de Chávez.

Uno de los grandes errores de la oposición es creer que Chávez, con su discurso y su verbo cautivador convirtió en chavistas a los venezolanos. Ellos hablan de Chávez como un astuto encantador de serpientes. Y no fue así: Chávez se fue convirtiendo en un venezolano común y corriente. Los venezolanos nos fuimos descubriendo, reconociéndonos en cada gesto, en cada palabra de Chávez. Lo acompañamos durante el golpe de estado del 2002. Fuimos acusados de asesinar a nuestros paisanos. Nos sentamos al lado de Chávez en todos los escenarios internacionales donde estuvo presente. Disfrutamos el “aquí huele a azufre”. Anduvimos por todo el mundo cortando nudos, deshaciendo entuertos e invocando a Simón Bolívar y con su espada en alto, por América Latina, resembramos la Gran Patria socialista, libre e independiente. Nosotros hicimos a Chávez, lo educamos, lo construimos. Ya sabemos cómo hacerlo. Aprendimos junto con Chávez. Mientras ustedes, denigraban, injuriaban, vilipendiaban, difamaban del chavismo, de Chávez y del socialismo. No se equivoquen.


ajmachete@gmail.com

Sin desestimar el resto, creo que lo más importante que Chávez nos legó fue, es y seguirá siendo la unidad. La unidad de los revolucionarios con todo el pueblo, la unidad cívico militar, la unidad de la clase Obrera, la unidad entre los cristianos, para que no se repita lo que nos narro Nicolás Maduro en la Batalla de Maracapana, cuando, los propios indígenas, se aliaron a los invasores extranjeros y masacraron a sus hermanos que defendían sus tierra y su libertad. Porque las revoluciones son casi in destructivas desde afuera; pero extremadamente vulnerables desde adentro. La historia es bien aleccionadora sobre lo indispensable de la unidad revolucionaria. Muchísimas veces Chávez nos pidió, casi nos rogó, que no nos dividiéramos, que mantuviéramos, por encima de nuestras naturales, legítimas y necesarias diferencias, la unidad. Que aprendiéramos a discutir como revolucionarios, para encontrar la verdad que nos una y no para buscar una falacia que nos divida. Pienso que además de ganar estas elecciones, el deber que tenemos todos los chavistas, lo que le debemos a Chávez, a Bolívar, al Che, a Zamora, a Jesús Cristo a nuestro eterno maestro Simón Rodríguez, a los millones de mártires que ha dejado la humanidad en toda sus luchas es fortalecer mantener esa unidad. Sin agredir, sin relegar, sin ignorar, sin ahuyentar a los revolucionarios que expresen diferencias. La crítica siempre es revolucionaria, aunque no siempre es oportuna y pertinente. La oportunidad y la pertinencia forman parte del arte de la política, es más intuitiva que reflexiva. Por eso no tiene reglas, ni leyes. Es un mecanismo instintivo mediante el cual el líder revolucionario, presiente, acertadamente, cuando debe avanzar más rápido, cuando debe replegarse, cuando debe presentar combate, cuando lo debe eludir. En fin la oportunidad de la crítica, forma parte de la subjetividad revolucionaria y es otro de los importantes legados de Chávez. No es una cualidad consciente ni fácil de darle objetividad y explicación, aunque Chávez lo sabía hacer y lo los pueblos solo la expresan a través de sus hechos, muchas veces, momentáneamente incompresibles. Como cuando le negaban sus votos a izquierda insurrecta y luego se los dieron mayoritariamente a un militar rebelde.

Por ahora y para estas elecciones no hay nada que discutir, votemos por Maduro. Es la única opción revolucionaria. Sin olvidar que Chávez se fue antes de tiempo, y nos dejo a todos el compromiso de terminar su obra, de terminar de construir nuestro socialismo y dentro de nuestra diversidad, mantener por encima de todo: la unidad.

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