domingo, 6 de mayo de 2012

En Francia Gano la Paz. Hollande 52% Sarkosky 48%

De nuevo sectores del "Trokismo" le hacen el juego a la derecha. La derrota de Sarkozy seria un triunfo para la paz en el mundo. Pero como en todas partes, esto grupos desfasados que se hacen pasar por revolucionarios, en nombre de la revolución y el socialismo dividen a los trabajadores y construyen alianzas con los enemigos de la paz...






Declaración de la Corriente Socialismo o Barbarie–Francia 
Segundo turno de las elecciones presidenciales,
domingo 6 de mayo
Ni Sarkozy, ni Hollande
Llamamos a no ir a votar, o votar en blanco
El próximo domingo 6 de mayo se realizará el segundo turno de las elecciones presidenciales. El acontecimiento tiene una trascendencia que va más allá de las fronteras de Francia, porque acontece cuando, una vez más, se agrava en Europa la crisis económica, el desempleo y los planes de ajuste, y crece por eso el malestar popular en todo el continente.
En este contexto se están llevando adelante las elecciones. En el primer turno, el candidato del Partido Socialista, Hollande, ganó con un 28,63%, dejando atrás a Sarkozy, el actual presidente conservador de la Union pour un Mouvement Populaire (UMP), que obtuvo un punto menos.
Sin embargo, este no fue el fenómeno más destacado de la elección. Esos resultados eran los esperados. Lo más destacado fue que alrededor de un 40% de los votantes se expresó por fuera del bipartidismo tradicional derecha–UMP/“izquierda”–PS.
De manera extremadamente distorsionada, manifestaron así su repudio a la actual situación social: le dieron un 17,90% de los votos a Marine Le Pen, candidata de la formación de extrema derecha, Front National, y un 11,11% a Jean–Luc Mélenchon, candidato del Front de Gauche, una formación sustentada en el antiguo Partido Comunista Francés, y en la corriente particular de Mélenchon, el Parti de Gauche, proveniente de una ruptura del PS.
Para el segundo turno, donde sólo participan Hollande y Sarkozy, el resto de las formaciones políticas han ido definiendo su voto.
Mélenchon, bajo la excusa de “derrotar a Sarkozy”, llamó inmediatamente a votar por Hollande. Pero incluso una formación política considerada de “extrema izquierda” –como el NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) cuya candidatura del dirigente obrero Philippe Poutou obtuvo una digna votación del 1.2% en condiciones muy adversas–, hace un llamado a “derrotar a Sarzkozy”. Evidentemente el NPA, al no delimitarse de Hollande, da un apoyo poco disimulado al voto por el candidato socialista.
Por su parte, Marine Le Pen hizo público el pasado lunes 1° de Mayo un llamado indirecto a “votar en blanco”. Sin embargo, por abajo, dirigentes del Front Nacional estarían impulsando el voto a Hollande, para lograr, según ellos, el debilitamiento de la UMP. La ruptura de ese dique de contención permitiría engrosar las huestes de su propia formación de extrema derecha.
Es un hecho que en las masas trabajadoras y populares hay satisfacción ante la perspectiva de que Sarkozy pierda la presidencia el próximo domingo. Desde la Corriente Socialismo o Barbarie en Francia, compartimos esa alegría. Pero eso no significa que opinemos que sea correcto llamar –abierta o encubiertamente– a votar por Hollande como “mal menor”, tal como hace la mayoría del NPA.
Esta posición tiene dos graves problemas.
El primero, es que el gobierno de Hollande, más allá de sus matices, no se diferenciará mucho del de Sarkozy. Pueden variar las formas. Puede ser que se incline en insistir –como está ocurriendo en toda Europa– que ahora hay que hacer “un pacto por el crecimiento” y “no sólo pensar en la austeridad”, etc., etc. Pero sería irreal pensar (y hacer creer a los demás), que la gestión de Hollande será un giro radical en relación a lo que viene haciendo Sarkozy. Por el contrario, hay una línea de continuidad de las medidas que juntos –socialistas y conservadores– vienen llevando adelante, en gobiernos alternados, durante las últimas décadas. Es la política de sostenimiento de la Unión Europea, del euro, de las políticas neoliberales antiobreras y demás.
Pero a la vez, hay un segundo y gravísimo problema, que ha caracterizado la campaña de conjunto del NPA y de la extrema izquierda. Se le ha dejado el “flanco antisistema” a la extrema derecha del Front National.
Ahora, por ejemplo, Marine Le Pen proclama que votará en blanco. Inteligentemente, no quiere compartir la responsabilidad por la gestión de Hollande, que será, en lo esencial, una continuidad de la de Sarkozy. Claro, que su rechazo es de extrema derecha, nacionalista imperialista, antiinmigrante y, en el fondo, antiobrera, antisindical, homofóbica, etc.
Sin embargo, el hecho es que su llamado a votar en blanco será el único rechazo a ambas opciones del bipartidismo tradicional.
¡Sería un error completo dejarle la exclusividad del perfil “antisistema” a la extrema derecha del Front National! Un error gravísimo, dada la perspectiva de recrudecimiento de la crisis y las luchas que están por delante.
Por el contrario, lo que la extrema izquierda y el NPA deberían hacer, es un llamado al rechazo a ambas candidaturas, un llamado a no votar ni Sarkozy ni Hollande, un llamado a no tomar responsabilidad por ninguno de los presidentes capitalistas que vayan a surgir de la segunda vuelta y que sólo significarán una u otra forma de descargar la crisis sobre los trabajadores.
Por supuesto que este rechazo desde la extrema izquierda y el NPA, debe ser un rechazo opuesto al del Front National. Es decir, un rechazo realmente anticapitalista, pero que no puede quedar abstracto, como ocurrió durante la primera vuelta con la campaña del NPA que correctamente llamó a que los “capitalistas paguen la crisis” pero no dijo cómo.
Ese “cómo”, pasa por plantear como perspectiva los Estados Unidos Socialistas de Europa, pasa por sostener que Francia salga del euro, como parte de un programa anticapitalista que disponga la nacionalización de la banca y el comercio exterior y el control obrero de toda empresa que cierre y despida. Pasa también por plantear la necesidad de acabar con las instituciones de la Unión Europea y con la misma UE como tal, en la perspectiva de un mercado común europeo que sea producto de medidas anticapitalistas comunes, por la vía de la unidad de las clases trabajadoras, por la vía de dejar de pagar de conjunto las deudas externas, por la vía de la libre circulación de personas e inmigrantes, etcétera.
Un planteo independiente desde la izquierda revolucionaria no sólo permitirá dar una posición clara y correcta frente al nuevo gobierno burgués. También evitará que las banderas “antisistema” caigan en mano de la extrema derecha.
Corriente Socialismo o Barbarie–Francia 
A pesar de los pesares la Derecha Francesa fue derrotada...Ahora bien en política las derrotas se pueden convertirse, rapidamente, en victorias y viceversa . Dependerá mucho de lo que haga Hollannde y de la posición que adopte el partido comunista francés y el Frente Izquierda encabezado por Jean Luc Melenchon. Pero no tengo la menor duda de que el neo fascismo internacional y la derecha europea con sus planes imperiales como lacayos de los EE,UU recibieron un buen izquierdazo en el hígado 




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Cuantas veces nos han dicho....riendo tristemente....que las esperanzas jóvenes....son sueños....muchos, de luchar estan cansados....y no creen más en nada....de lo bueno de este mundo....El mundo esta cambiando...y cambiará más....el cielo se esta nublando....hasta ponerse a llorar....y la lluvia caera...luego vendrá el sereno....Y la lluvia caera....luego vendra el sereno

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