DE PERFIL
-Amílcar Jesús
Figueroa Salazar nació en julio de 1954. Es licenciado en Historia, egresado de
la Universidad Central de Venezuela en 1985, con una especialización en
Historia Militar de Venezuela, cursada en 2010 en la Academia
Militar.
- Su militancia política comenzó a
finales de los años 60 del siglo pasado en la Juventud Comunista de Venezuela,
de la que se separó para irse al Partido Revolucionario Venezolano (PRV) en los
70.
- Fue miembro del Movimiento V República
desde su fundación hasta su disolución, en el cual ofició como miembro de la
comisión de Relaciones Internacionales del Comité Táctico Regional Caracas.
Una vez creado el
Partido Socialista Unido de Venezuela fue honrado con la membrecía de la
Dirección Regional en Caracas, entre los años 2009 y 2010.
- Es el vocero del Movimiento Continental
Bolivariano (MCB), capítulo Venezuela. Fue diputado en el Parlamento
Latinoamericano (Parlatino) en el quinquenio 2006-2011. Ofició como director
general de la Alcaldía de Caracas, desde 2003 hasta 2006. Ha escrito “La
revolución bolivariana: nuevos desafíos de una creación heroica” y “Reforma o
Revolución en América Latina: el caso venezolano
E N T
R E V I STA > Amílcar Figueroa defiende los esfuerzos
del Estado venezolano a favor de la paz en Colombia
“Son los contravalores burgueses
los que engendran la delincuencia”
Al
admitir la existencia del problema de la inseguridad en Venezuela y atribuirlo al predominio de la mentalidad capitalista,
el ex diputado del Parlamento Latinoamericano reconoce también que la “batalla
estratégica” por la conquista de la hegemonía cultural revolucionaria es
todavía un tarea pendiente /
Ostenta sobre su mesa de trabajo
-en el laberíntico pisode oficinas del deteriorado Parque Central- una fila de
11 “c o n ch a s ” de bala, es decir, cascarones
de proyectiles ya disparados.
“Una vez a la semana me entreno
para conservar la puntería”, explica, risueño, el ex diputado del Parlamento
Andino, Amílcar Figueroa, a quién un juez de Bogotá dictó orden de captura en
2009 bajo los cargos de “concierto para delinquir con fines de secuestro, financiación
de terrorismo y entrenamiento de grupos ilegales, al apoyar supuestamente a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( Fa rc ) ”.
Figueroa, quien dirige hoy aquí
en Venezuela la editorial Trinchera -dedicada a la edición de libros de
izquierda -, no rehúye la acusación. De hecho, publicó un folleto titulado “Enfrentar
al Estado Imperial es un deber patriótico y revolucionario”, en respuesta al
Departamento del Tesoro de los
Estados Unidos, que lo incluyó en
su lista negra por su cooperación con las Farc, basándose en los escritos
hallados enla computadora del fallecido
Raúl Reyes.
“¿Las Farc terroristas?
No,no lo son”,
dice de entrada.
-Usted es un conocedor a
profundidad de temas latinoamericanos. El ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe
ha denunciado, escandalizado,
por Twitter, que “Colombia
trata de negociar con los terroristas de las Farc a través de la dictadura de
Venezuela”. ¿Qué tan verídica es esa afirmación?
-Esa afirmación tal vez no sea sólo de
Álvaro Uribe, que es el vocero más radical de una clase guerrerista como es la burguesía
colombiana y, a la vez, vocero del imperialismo cada vez más violento y
agresivo de la industria militar norteamericana.
Él es uno de los que piensan que
el conflicto social y armado que ha vivido Colombia, por lo menos de seis décadas,
es posible resolverlo con el exterminio o la rendición de la insurgencia.
-Es claro que la guerrilla colombiana
no tiene propósitos de rendirse. Pero su
exterminio avanza implacablemente .
-Eso creen Álvaro Uribe y las corporaciones
mediáticas, tanto de la burguesía colombiana como del Estado imperial
norteamericano.
Pero la verdad verdadera es que,
luego de los esfuerzos del Plan Colombia, de una inversión gigantesca de dólares
hecha por los estadounidenses y de la presencia allá de fuerzas especiales
norteamericanas, británicas e israelíes, la insurgencia sigue combatiendo y el
movimiento social colombiano -perseguido y criminalizado por esa burguesía guerrerista-,
lejos de ser liquidado, se ha reactivado.
-Pero esa reactivación
no es evidente. Lo que sí es evidente es el progresivo descabezamiento de los
mandos guerrilleros colombianos.
¿Usted no estará creyendo en
una ficción?
-No soy creyente. Yo analizo. Soy de los
que pueden decir a viva voz que tengo formación política y filosófica marxista-
leninista.
-A propósito, ¿quiere decir que
en el Psuv hay muy pocos como usted?
-El Psuv, como partido de masas,
es un partido amplio.
-Y los marxistas-leninistas,
la minoría allí.
–Efectivamente.
Podría admitir eso.
-¿Lo resiente?
-No. Nuestro pueblo, durante el proceso
bolivariano, ha crecido cultural y políticamente. Si uno compara el porcentaje de
personas que suscribía el socialismo en Venezuela durante las décadas del 60,
70 y 80, con el porcentaje que lo suscribe hoy en día, indudablemente se ha
dado un salto político gigantesco.
-¿Le incomoda que haya sido
Hugo Chávez, y no los marxistas-leninistas, el que haya impulsado ese increíble
cambio político e ideológico?
-Para nada. Chávez es producto de
las luchas del pueblo.
Lo que sucede hoy en el siglo XXI
venezolano es parte de un acumulado histórico en el cual la izquierda marxista
de otras épocas fue el soporte y eso lo debemos reivindicar.
-Volvamos al tema inicial.¿Le
parece mal que el gobierno
de Santos negocie con las
Farc a través del gobierno de Chávez?
-La élite guerrerista en Colombia
no ha dejado espacio para la lucha política legal. El mejor ejemplo de esto fue
el exterminio físico de los dirigentes de la Unión Patriótica en la década de
los 80 y 90. Uribe ni siquiera reconoció la existencia del conflicto social y armado,
aunque el que revise las cifras de muertos y heridos de 2010 verá que son
superiores a Irán y Afganistán juntos. Él optó por la estrategia de golpes puntuales
a la máxima dirección de la insurgencia.
-En lo que tuvo un éxitosupremo.
-Sin embargo,
la insurgencia ha demostrado que tiene una dirección colectiva. Cae un mando e
inmediatamente es suplantado por otro sin mayor trauma y han seguido
resistiendo.
Es probable, entonces, que
sectores de la política colombiana hayan entendido que la mejor vía para buscar
el fin del conflicto armado es una salida política negociada, cuestión que en
el pasado, cuando se les sugería, lo calificaban como terrorista. Los más
amplios sectores de la sociedad colombiana quieren la paz. Por eso no pueden
ser censurados ni los esfuerzos que haga el Estado venezolano ni cualquier otro
Estado o individualidades por pronunciarse a favor de la paz, y si es posible servir
de mediadores en ese conflicto.
-Usted formó parte del Parlatino.
La Asamblea Nacional tomó la decisión de investigar las finanzas de las Organizaciones
No Gubernamentales.
La oposición reaccionó con
prontitud y con furia. Afirmó que ni la Constitución, ni las leyes del marco
jurídico vigente, ni el
Reglamento Interior y de Debates
de la AN le dan a la comisión de Contraloría la competencia para investigar las
finanzas de asociaciones privadas, como lo propuso el diputado Pedro Carreño.
-Ese es un tema sensible para la oposición,
porque para nadie es un
secreto que ella es financiada desde los
Estados Unidos y Europa, en una postura abiertamente injerencista
de lo que podríamos denominar “el
sistema del capital” en la política interna de
nuestro p a í s.
-¿Qué es eso del “sistema del capital”?
-El imperialismo que estamos viendo hoy es
diferente al de los siglos XIX y XX. En la medida que se fue operando la transnacionalización
del capital y la globalización y concentración de la producción, las finanzas y
el poder, se conformó una especie de Estado supranacional que defiende, en cualquier
parte de la tierra, los intereses del capital. Eso es lo que resume el término “sis
- tema del capital”. Ese Estado supranacional, por supuesto, tiene un hegemón:
los Estados Unidos, que impone su voluntad sobre la propia legalidad inter
nacional.
-¿El imperialismo de hoy es cada vez más
salvaje y arbitrario?
-Ciertamente, y ve como única posibilidad de
superar las recurrentes crisis capitalistas, caracterizadas por algunos teóricos
como crisis de decadencia del sistema, con la instauración de una dictadura
fascista a escala planetaria, cuya fórmula en lo económico es más
neoliberalismo, expansión militar y fomento de nuevas guerras en lo político y militar
y hegemonía de una mediática apabullante que tiene en los valores del modo de vida
americano, el paradigma a ofrecer, obviamente impensable porque el planeta no aguanta
el consumo energético de la civilización burguesa
-Detrás de la intención de investigar
las finanzas de las ONG, la oposición ve, con toda lógica, una medida hostil contra
las organizaciones de la sociedad civil que le hacen contraloría social al
gobierno.
-Usted también fue director general de la Alcaldía de Caracas,
ciudad donde acaba de producirse otra crisis -también recurrente- en una de las
cárceles, La Planta. Leopoldo López ha declarado que “Iris Varela ha demostrado
una escandalosa ignorancia como gestora
de políticas públicas”.
-El problema de la violencia no es
un problema restringido a Caracas o a Venezuela. Si Leopoldo López se
preocupara en estudiar las estadísticas internacionales, constataría que su
país modelo, EE UU, tiene el índice de mayor cantidad de ciudadanos con
procesos judiciales abiertos respecto al número de pobladores.
-Puede ser cierto, pero allá les abren
procesos judiciales
a quienes han delinquido porque la
impunidad es mínima. Aquí, en cambio, no se abren porque la impunidad es
máxima.
(Silencio)
-No
podemos ignorar que tenemos problemas de inseguridad y delincuencia. Son los contravalores
de la sociedad burguesa los que engendran la delincuencia. Todavía a los
revolucionarios nos queda una batalla estratégica por resolver que es
conquistar una hegemonía cultural revolucionaria, donde la cultura del mundo
del trabajo se imponga sobre la cultura individualista del mundo del capital
EN PEDESTALES
Amílcar Figueroa
podría calificar perfectamente para inscribirse en la co rriente “or todoxa” del izquierdismo
chavista.
Cuando se le
pregunta si confirma un apoyo explícito a las Farc, responde
Diplomáticamente:
“Los revolucionarios somos amantes de la paz”.
“Seguramente ,
agrega, sabedor de la insuficiencia de su respuesta, “en el caso de que los
imperialistas decidiesen una ocupación y saqueo de Venezuela como lo hicieron
con Libia, a su pueblo y a sus vanguardias políticas no les quedará otra opción
que enfrentarlos con las armas. Y en el caso concreto de algún otro país, como
Colombia, donde no hay condiciones para la lucha política revolucionaria, no es
condenable el derecho universal de los pueblos a la rebelión arm a d a”.
Zanjado el tema
de su apoyo -ahora más que explícito-a las Farc, el ex diputado no ve ningún
motivo de escándalo en la instalación de una estatua
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